¿Qué es el budismo para mí?
Si alguien en el mundo piensa que el budismo es una creencia dudosa, debo decir que debería pensarlo dos veces. Porque, como ser humano de mente abierta, tener una visión equivocada no hace justicia a la sabiduría humana. Entonces, permítame compartir mi definición y cómo puedo sacar lo mejor de esa sabiduría.
¿Qué es el budismo para mí? En pocas palabras, es una metodología para vivir una vida feliz y que valga la pena, que se estableció Gautama Buddha. Todos, excepto los bebés recién nacidos o los soñadores irrealmente optimistas, saben que la vida no siempre es color de rosa, pero puede ser espinosa y estar llena de decisiones difíciles.
Puede sonar a cliché, pero vivir la vida es como navegar por crestas embravecidas, lidiar con montañas espantosas, atravesar rocas y guijarros, o perderse solo en la oscuridad. Siempre que eso sucede, el budismo resulta muy útil.
Creer en el budismo me hace confiar en que alguna energía buena y positiva en el universo siempre me guiará cada vez que me quede sin opciones y no tenga idea de qué hacer, soportando cargas pesadas, devastada por la tristeza, el dolor y la ansiedad.
Practicar el budismo construye un poder positivo dentro de mí, que puedo aprovechar cada vez que tengo que hacer frente a los desafíos, ayudándome a revelar la mejor versión de mí y lograr el resultado óptimo.
La meditación budista me conecta con una fuente de la sabiduría sobrehumana mejor afinada y un consuelo y compasión infinitos a través de mi universo interior creado al creer y practicar el dharma.
Entonces, para mí, el budismo es luz, brújula, paraguas, casa segura, maestro respetable, amigo confiable, papá alentador, dulce mamá, emoción, diversión, exploración, inspiración y todo lo positivo condensado dentro de una pequeña existencia como la mía.
(N.S.)
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