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Lugares que ver en Japón (Kansai)

神峯山寺

Templo Kabusanji




Última actualización: 20 de diciembre, 2019

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Naturaleza pintando el otoño a su manera
Un lugar escondido detrás de la ciudad, un mosaico de tonos estacionales mezclados.
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Obra de arte milagroso por la naturaleza

Ya pasado el verano quemador y enfriado el aire suficientemente, se parepara la naturaleza para un deslumbrante final de su ciclo estacional. Los tonos otoñales vívidos y profundos comienzan a colorear los bosques, las montañas e incluso los jardínes. Fascinantes mezclas de rojos jóvenes, maduros, pálidos, sanguíneos, o brillantes bermellones... demasiados rojos para nombrar. Amarillos también. Canario refrescante, ámbar suave, oro brillante, paja marrón... las paletas de la naturaleza parecen ilimitadas.

Asombrado y cautivado, tal vez deseas capturar eternamente la armonía casual de colores y tonos para tu caja de tesoros de memoria... en forma de fotos, videos o pinturas. Para que puedas sacarlos para verlos más tarde repetidamente. Pero pronto sabrás que cualquier copia artificial nunca funciona, al menos, perfectamente. Cuando se trata de representar belleza natural, la naturaleza es siempre la mejor pintora.

Más indulgencia con menos espectadores

Pues vendrá el otoño. ¿Dónde verás las hojas rojas este año? Por supuesto, puedes unirte a enjambres en los mega sitios en Kioto como el Templo Kiyomizu o Arashi Yama, y conformarte con escasas miradas sobre muchas cabezas humanas. O si decidas a no ver a la gente, pero definitivamente nada más que la belleza otoñal, ¡este templo sería un buen candidato! Encontrado entre montañas, aquí se almacenan varios clases de árboles además de los arces.

Se llama Kabusanji (literalmente “Templo del Monte Kabu”), y se sitúa en un rural pueblo de la ciudad de Takatsuki, la prefectura de Osaka, casi a medio camino entre Kioto y Osaka. Incluído en la denominación budista Tendai, se categoriza como un lugar para entrenamiento ascético. Su imagen principal es “Vaishravana”, uno de los Cuatro Reyes Celestiales en el budismo.

Como un templo ascético, no es para un picnic fácil y divertido, o no hay ningún elegante tienda de Omiyage (souvenirs). Pero, cuando finalmente llegas a la entrada con los Koma Inu (animales guardianes) colocados, después de una pequeña caminata disciplinando tus piernas y corazón (por la falta de ejercicio), te asegurarás de que estás haciendo lo justo para tu cuerpo y ¡mente!

Leyenda del Templo Kabusanji

Aquí hay una pequeña historia para tu cabeza mientras deleitas tus ojos con lindas hojas coloridas. A saber, una historia antigua sobre el templo que dice:

Érase una vez, había un súper asceta llamado En No Gyōja (una figura tan famosa que aparece en muchos cuentos folclórico). Un día, se estaba entrenando en el monte Katsuragi en Yamato (actual prefectura de Nara) y detectó una emisión de luz dorada muy lejos en el norte.

Inspirado, se dirigió el asceta hacia la luz y llegó a una cascada llamada “Cascada del Dragón con Nueve Cabezas”, donde se encontró con un ser celestial Konpira (Kumbhira en sánscrito). El ser le dijo que construyera un templo en el lugar, y luego, de un solo árbol sagrado, talló cuatro imágenes de Vaishravana.

Una de las cuatro imágenes permaneció en el templo construido, mientras que las otras viajaron en el aire a tres lugares diferentes: en el noreste al monte Kurama en Kioto; en el sur, al monte Shigi en Nara; y al pico norte del monte Kabu.

Actualmente, una imagen Vaishravana se consagra en Kabusanji (la primera en Japón), y el otro se guarda en el santuario interior (el Templo Honzan-ji)construido en el pico norte del monte Kabu. Los templos Kurama en Kioto y Shigisan-ji (o Chōgosonshi-ji) en Nara también tiene su propia imagen Vaishravana consagrada.

Vaishravana, deidad de batalla y prosperidad

Te preguntarás quién es la deidad Vaishravana. Como una de las deidades más populares consagradas en Japón, se llama Bishamon Ten o Tamon Ten en japonés, que significa literalmente “un ser celestial que escucha mucho”, probablemente derivado del nombre sánscrito original. Al igual que otras deidades, esta se originó en la India y llegó al este de Asia como una deidad budista.

Pues, ¿esta divinidad escucha nuestras quejas? Espero que sí, pero cambiando sus funciones con el paso del tiempo, la versión japonesa de Vaishravana alguna vez se creía como un patrón de guerreros. Y la imagen a menudo describe un antiguo guerrero chino vestido con casco y sosteniendo una miniatura pagoda en la mano derecha y una porra en la izquierda.

Como un icono de valor y valentía, muchos comandantes guerreros rindieron culto a la deidad. Por ejemplo, Uesugi Kenshin, que era un monje budista y profundamente dedicado a ella, usaba el primer carácter del kanji “毘” de su nombre Bishamon Ten en su bandera de batalla. Se dice que la imagen de la deidad en Kabusanji fue venerada por famosos guerreros históricos como Kusunoki Masashige en el período de las Cortes Imperiales de Norte y Sur (1330 - 1393); shogun Ashikaga Yoshimitsu en el período Muromachi (1334 - 1573), y Matsunaga Hisahide en la era de los Estados en Guerra (circa 1467 - 1573).

¿Pero qué pasó cuando terminó la guerra y llegó la paz a Japón? Aparentemente, el interés de la gente pasó de la hostilidad a la prosperidad, y Vaishravana comenzó a tener un nuevo papel: un guardián de los negocios. Esto suena bastante razonable, si tenemos en cuenta que la versión india original estaba relacionada con la riqueza. Además, como está incluido entre Shichi Fuku Jin o los Siete Dioses de la Suerte en Japón, ¿por qué no?, naturalmente, muchos comerciantes solían rendir homenaje a la deidad.

Conexión imperial al templo

Paseando por el templo, se encontrarán dos pagodas de piedra (torres para consagrar las personas importantes). Una es la de trece niveles dedicada al Emperador Kōnin, que conserva una parte de sus huesos y la otra de cinco niveles alberga los pedazos de pelo del príncipe Kaijō, que era un hijo del emperador y un monje. El emperador también era el padre del Emperador Kammu, y el príncipe era su hermano mayor.

Entonces, ¿qué hicieron ellos para el Templo Kabusanji? Fue en 774 en el período Nara (710-784), Kaijō se mudó del Templo Katsuoji (ubicado actualmente en la ciudad Minō, prefectura de Osaka) para restaurar el Templo Kabusanji, bajo la orden de su padre. Lo hizo y se convirtió en el sacerdote principal del templo. Después de eso, el templo se afilió a la denominación Tendai, fundada por el Maestro Saichō, apoyado políticamente por el entonces Emperador Kammu, es decir, el hermano menor de Kaijō. Kammu transfirió la capital de Nara a Nagaoka (actual ciudad de Mukō), y luego Kioto (la capital de Heian).

Pero, ¿por qué la familia imperial valoraba este templo, ya que hay tantos en Kioto y Nara? Quizá por su posición estratégica. Fundado por un asceta montañoso, el templo podría ser parte de una red de información formada por ermitaños moviendose de una cadena montañosa a otra, que proporcionara una fuente para saber qué estaba sucediendo afuera del corte.

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ACCESO
Línea JR --> Estación Takatsuki. Autobús Ciudad Takatsuki con destino a Hara-Ohashi (原大橋) --> Parada Kabuzan-Guchi (神峯山口). 20 minutos a pie.
(https://kabusan.or.jp/)